Su nombre científico para los gatos que habitan con nosotros es Felis catus.
Los felinos han fascinado a los humanos desde hace miles de años. Ya fueron venerados por los antiguos egipcios los cuales les dedicaron grandes esfinges, estatuas y joyas decoradas con su figura porque los consideraban protectores, leales y cariñosos pero al mismo tiempo eran grandes estrategas, guerreros e independientes.
Se cree que su domesticación empezó en torno al 3800 a.C.
También han sido relacionados con el mundo de la brujería y el ocultismo por ese motivo han llegado hasta nuestros días las creencias de las siete o nueve vidas del gato o que los gatos negros son un mal augurio.
El gato es un felino carnívoro y mamífero y son la segunda mascota del mundo porque además de ser una excelente compañía en momentos en los que necesitamos estar tranquilos, también son capaces de proporcionarnos consuelo y disminuir nuestro estrés con su ronroneo ya que son capaces de percibir nuestros estados de ánimo y se ven afectados por nuestros sentimientos. Son animales que pueden pasar el 70% de su tiempo durmiendo y otro 15% acicalándose.
Existen más de 50 razas de gatos diferentes. Su vida media ronda los 14 – 16 años. Tienen una gran flexibilidad y agilidad por lo que son capaces de saltar hasta 3 metros de altura y se dice que siempre aterrizan de pie. Están emparentados con los grandes depredadores felinos con los cuales comparten su cuerpo esbelto y ágil, los colmillos y las garras retráctiles. Por otro lado, son animales de naturaleza nocturna, con un alto desgaste energético, y vemos que presentan un pico de hiperactividad por las tardes donde son capaces de recorrer la casa “haciendo carreras” de extremo a extremo de esta.
Los gatos se expresan a través del maullido con las personas y no tanto con otros gatos. De esta forma pueden transmitir mucha información sobre su estado emocional. Los sonidos principales que realiza el gato son el maullido, el ronroneo, el chatter, gritos de dolor, gritos de amenaza, bufido y escupido, los aullidos y las llamadas sexuales del macho y la hembra, aunque también nos pueden indicar que tiene hambre o sed, que quieren jugar, que tiene miedo o ansiedad o que quiere salir o entrar en casa.
Saber identificar el tipo de sonido que emiten los gatos nos permite a los veterinarios saber si se trata de una vocalización propia de la raza, que el animal esté en celo, que tenga dolor o cual es su estado de ánimo entre otras cosas.
Si tu gato va a buscarte cuando llegas a casa, si duerme contigo, si busca tu cariño y compañía, si entrecierra los ojos cuando le dices cosas bonitas, si ronronea contigo y/o te amasa, si te pide jugar con él y si te enseña su tripa.
¡Enhorabuena, eres un buen propietario gatuno!